Viajar en soledad, en compañía, o cuando la compañía se vuelve soledad… y ambas se hermanan en un viaje, dejando de ser sombra que nunca abandona… Viajar, donde las emociones no existan, y lograr que nunca hayan existido… Viajar…
(Sin titulo 1)
Ansío un viaje, y un silencio,
que me saque del cotidiano murmullo.
de las voces que golpean a diario
sus necesidades contra mis orejas.
Ansío un mar, solitario,
salado y enorme donde perder mi mirada,
sin que sea devuelta,
lanzada al vacío sin reflejos donde verme.
Ansío un hotel, lejano,
dónde no encuentre idioma correcto,
ni amigos, ni enemigos, ni vida que me importe,
sólo yo, sola, sola…
Ansío un tiempo, detenido,
que el pensamiento no tenga letras
imposibles de leer,
y nada, tenga por fin el significado del todo.
Ansío un viaje, al que no iré contigo,
sin colmar mis maletas de emociones,
vaciado mi cerebro de recuerdos,
sin sentencias que golpeen en mi puerta.
Ansío desaparecer de mi,
y reencontrarme de nuevo… sola.
(Sin Titulo 2)
Por la ventana se veía el secano,
mientras el viaje me conducía al humedal
de amarte.
En dos días, te ame en dos días,
ame los momentos, las sonrisas, y tu piel desnuda,
ame lo que vivimos, a escondidas, con silencios.
Pero lo ame.
Desde la ventana divisaba las cebadas
mientras se secaba en el regreso ese momento.
En la vuelta, en el retorno, regreso el ruido
Ya no pude oír los latidos de sentirte,
Sólo pude amar lo que sentí y ya no siento,
Perdí el olor de tu piel…